Sudáfrica, el otro gran finalista

En un tremendo partido y en el cual la paridad fue el denominador común, los Boks acertaron un penal sobre el cierre y vencieron al heroico Gales por 19-16 para meterse nuevamente en una definición de un Mundial. Handré Pollard, héroe con su efectividad a los palos

Historia y presente de un lado. Ganas y buen juego del otro. Ambos campeones de las competiciones en sus respectivos hemisferios cara a cara por el último lugar en la cita máxima. Y cómo se preveía, partido disputado, cerrado, muy táctico, cambiante y de emociones inciertas hasta la última pelota. En ese sentido, no defraudaron.

Porque, a decir verdad, no se vio un buen rugby. Al menos en el primer tiempo, las patadas cobraron un inusual protagonismo, ya sean para los despejes, las bombas a cargar o los penales a los palos. Ahí es donde Sudáfrica se hizo un poquito más fuerte. Dominó con los forwards y ganó un par de infracciones que Pollard no desaprovechó.


¿Y los tries? Bueno, brillaron por su ausencia por un rato. El maul de los Boks arremetió contra la estoica resistencia del Dragón, que de todas maneras y pese a perder a dos hombres por lesiones (North y Francis), se las ingenió para mantenerse en partido merced a la puntería de Biggar y a sus certeros envíos con el pie muy esquinados.

Discretito el match también en el arranque del segundo tiempo. El apertura galés empardó rápidamente las acciones y no mucho más. Hasta que a De Allende se le prendió la lamparita, encaró, aceleró y bancó la parada para apoyar con lo justo y aportar emociones: 16-9 para los de Rassie Erasmus sin tanta claridad, pero merecido.

Y bueno, parece que los de Gatland sintieron el golpe, porque se lanzaron a jugar y enseguidita nomás encontraron a Josh Adams solito en una punta para que se zambullera de cabeza. La responsabilidad para patear recaló ahora en las manos (es un decir) de Halfpenny, que la clavó y otra vez vuelta a empezar. Todo igualado en Yokohama.




Hasta que Pollard, que no falló uno, tampoco quiso más lola. Tuvo las dos últimas y no perdonó alguna que otra indecisión del rival. Un scrum avasallante le brindó la oportunidad de sumar nuevamente de a tres y así, solo así, la paridad reinante pudo destrabarse por fin. Luego, le cayó la pelota en las manos y la pinchó a la tribuna… A la final. 

Gales: Leigh Halfpenny; George North, Jonathan Davies, Hadleigh Parkes y Josh Adams; Dan Biggar y Gareth Davies; Ross Moriarty, Justin Tipuric y Aaron Wainwright; Alun-Wyn Jones (cap) y Jake Ball; Tomas Francis, Ken Owens y Wyn Jones.
Entrenador: Warren Gatland.
Suplentes: Elliot Dee, Rhys Carre, Dillon Lewis, Adam Beard, Aaron Shingler, Tomos Williams, Rhys Patchell y Owen Watkin.

Sudáfrica: Willie le Roux; Sbu Nkosi, Lukhanyo Am, Damian de Allende y Makazole Mapimpi; Handré Pollard y Faf de Klerk; Duane Vermeulen, Pieter-Steph du Toit y Siya Kolisi (cap); Lood de Jager y Eben Etzebeth; Frans Malherbe, Bongi Mbonambi y Tendai Mtawarira.
Entrenador: Rassie Erasmus.
Suplentes: Malcolm Marx, Steven Kitshoff, Vincent Koch, RG Snyman, Franco Mostert, Francois Louw, Herschel Jantjies y Frans Steyn.

Tantos en el Primer Tiempo: 14, 20 y 34', Penales de Pollard (S), y 17 y 38', Penales de Biggar (G). 

Resultado Parcial: Gales 6 - Sudáfrica 9.

Tantos en el Segundo Tiempo: 5', Penal de Biggar (G); 17', Gol de Pollard por Try de De Allende (S); 25', Gol de Halfpenny por Try de Adams (G), y 35', Penal de Pollard (S).

Cancha: International Stadium, Yokohama.
Árbitro: Jérôme Garcès (Francia).
Asistentes: Wayne Barnes (Inglaterra) y Ben O'Keefe (Nueva Zelanda).
TMO: Ben Skeen (Nueva Zelanda).